La bella localidad alicantina de Alcoy tiene el honor de haber dado forma a uno de los aperitivos más consumidos. Hablamos de las aceitunas rellenas de anchoa. Un producto que combina a la perfección el mar con la tierra. Estas aceitunas rellenas dieron lugar a que los fabricantes se aventurasen a probar con nuevas especialidades. Las que llevaban pimiento o las rellenas de pepinillos. O bien puedes animarte a rellenarlas tú con los ingredientes que desees.
Cómo nacieron las aceitunas rellenas de anchoa
Hay que remontarse al Alcoy de 1926. En aquellos años, un industrial de localidad disponía de una máquina deshuesadora. Esto le permitía abandonar esta engorrosa tarea que se hacía de manera manual. Se ganaba en rapidez a la hora de quitarle el hueso, pero el rellenado había que hacerlo de manera manual. Ya en Madrid y en Marsella, en Francia, se consumían aceitunas rellenas de productos diversos como el pimiento.
El industrial, Cándido Miró, promovió el consumo de aceitunas rellenas de anchoa, una delicia que sigue haciéndose según la manera original. Se puede decir que fue el responsable de su expansión, ya que se trataba de un producto de consumo local.
Si bien es verdad que Alcoy no fue la localidad original en la que se comenzaron a rellenar aceitunas. Sí que es cierto que la visión empresarial de Cándido hizo que este manjar se introdujera en una lata. La industriosa ciudad alcoyana puso a trabajar su maquinaria para que, unos años más tarde, fuesen conocidas en todo el mundo.
Así son las aceitunas rellenas de anchoa
Existen aceitunas rellenas de anchoa de diversas calidades, siendo las supremas aquellas que llevan la anchoa sin procesar. Generalmente, las que encontramos en los supermercados están rellenas de una pasta de anchoa. Se elaboran con algún gelificante que les proporcione esa textura tan característica. Morder una aceituna rellena es toda una experiencia de sabor en la boca. ¿Existe mejor acompañamiento para nuestra bebida favorita?
Todas las aceitunas rellenas de anchoa son de la conocida variedad manzanilla, de tamaño pequeño y carne suave. Muy apreciadas como aceituna de mesa, comerlas rellenas de anchoa supone cierto peligro. ¡Están tan ricas que no se puede parar! Poner esta especialidad en la mesa es asegurarse el éxito, ya que su delicado sabor las hace ser muy apreciadas, incluso por los niños.
Como todas las aceitunas, las rellenas de anchoa se conservan en salmuera, una solución salina que impide su deterioro. La anchoa ya es de por sí un producto que con altas cantidades de sal; por lo que la salmuera de este tipo de aceitunas es algo más suave. El formato más común de presentación es el de la lata, que al impedir el paso de luz al fruto ayuda a su conservación.
Abrir una lata de aceitunas rellenas de anchoa es un acto que ocurre a diario en todos los hogares españoles. De Alcoy al resto del mundo, se han ganado un hueco en nuestra despensa. Seguro que te han entrado ganas de tomar unas. ¿Has elegido ya su acompañamiento?
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