Los investigadores han vuelto a tener noticia de la tristemente célebre Xylella Fastidiosa. Esta plaga afecta a olivos y almendros de forma devastadora, especialmente, en Levante. En este caso, se ha detectado un nuevo brote de esta enfermedad en la Comunidad Valenciana, en diversos municipios de la comarca de El Comtat, en Alicante.
Debes saber que se trata del sexto brote de este mal que vive la Comunidad Valenciana. Se repite la alerta en El Comtat, donde ya se habían detectado los primeros casos en junio de 2017. Ahora los expertos señalan casi medio centenar de parcelas afectadas en localidades como Altea, Benimassot o Gata de Gorgos.
El análisis de las muestras tomadas en estas parcelas ha sido efectuado y confirmado por el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias. Sus técnicos han aislado la bacteria Xylella Fastidiosa y, por tanto, ratificado la presencia de esta enfermedad en el territorio.
Esta noticia viene a sumarse a otras que se han producido en las últimas semanas y los últimos meses a lo largo del litoral y prelitoral levantino. Como puedes imaginar, a medida que los casos proliferan, crece la preocupación entre los agricultores. Saben que la única solución es arrancar los árboles. Sin embargo, muchos temen que ya sea demasiado tarde para establecer un cordón sanitario. Esto hará que haya que eliminar la totalidad de las plantaciones de especies como el almendro de secano.
Una plaga imparable que amenaza a la aceituna
La plaga pone en peligro la producción de aceituna y almendra. Esto mantiene en alerta a agricultores, técnicos de las Comunidades Autónomas y científicos. Como sabes, se trata de una bacteria que produce diferentes enfermedades. Especialmente, un rápido decaimiento del olivo, que muere en poco tiempo tras ser contagiado. Recuerda que también afecta a los almendros y es causa de enfermedades diversas en vides, melocotoneros o limoneros, entre otras especies de gran valor agrícola.
La bacteria se aloja en el xilema de la planta, es decir, las partes leñosas. Desde ahí, infecta al árbol y se expande a través de insectos, que chupan su madera. Después transmiten la bacteria de uno a otro árbol, en su búsqueda de alimento. Esta capacidad para transmitirse fácilmente hace que la enfermedad se haya expandido muy rápidamente por muchas áreas del Mediterráneo, arrasando miles de hectáreas de olivos en Italia y Baleares, por ejemplo.
Una de las características de esta bacteria es lo difícil que resulta su aislamiento en condiciones de laboratorio. Por este motivo, los científicos han apellidado ‘fastidiosa’ a la xylella, que es un organismo de origen californiano que empezó a expandirse en el siglo XIX.
Actualmente, no existe una cura viable para esta enfermedad y eso es una mala noticia. Aunque se trabaja en varias líneas para encontrar un remedio, todavía no se ha desarrollado algo eficaz. La única solución es, una vez detectada la presencia de la plaga, erradicar los árboles enfermos y establecer vacíos sanitarios en torno a ellos. Esta drástica medida, como comprenderás, no gusta a los agricultores, que piden que se busquen soluciones menos agresivas y no supongan daños económicos tan graves para sus explotaciones.
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